"Al llegar aquí, hace unos meses, afirmaba estar muerta. Desde que alguien se llevó mi equipaje donde tenía guardado un secreto y un cadáver..."

29 septiembre, 2008

Cadenas

Fui cargando mi boca con tu nombre para no disparar el suyo, para evitar quemarme al pronunciarlo, para no volver a sentir en mi garganta el sabor agrio de la pólvora. Pregunto por ti y no pasa nada. Grito tu nombre y estoy a salvo.

Ya sé que no tiene sentido, no hace falta que lo digas, un nombre no puede vencer a un ejercito armado de besos, palabras y caricias. El mismo que sitio mi cuerpo rodeándolo de inexpugnables cadenas, clavando en mi vértice el alma como única bandera; y la soledad como contienda. Pronuncio tu nombre con miedo a desgastarlo y romper la fortaleza. Intuyo que las cadenas las destruirá el agua, el sol y el óxido del tiempo. O tal vez, llegue una titánica mano, que con el simple roce de un dedo, las deshaga en arena…

1 comentario:

Walter Portilla dijo...

Dulce esperanza. Y muy fuerte tu sentimiento.