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A veces me asemejo a una bombilla. De las de las lámparas que hay en la mesilla de noche, de esas que para apagarlas quieren el gesto urgente de una tímida lectura, el susurro de las buenas noches, el beso en la frente a un niño. O simplemente, de esas que necesitan que la muerdan despacio hasta dormir.
[Siento la debilidad. Es blanda y esponjosa como las golosinas, pero no deja de ser amarga. Aquí hay debilidad, no sé si te lo dije. Viene muy a menudo los domingos por la tarde, se instala en el vientre y en los ojos, a veces en los pies, es cuando me dan ganas de llamarte, cuando me hago heridas en los labios de tanto pellizcarlos. Tengo toda esta debilidad. Hoy tan alta. Tan impulsiva. Me dice que estoy enferma, que la casa está enferma, que si escucha de nuevo tu voz estará a punto de morir. Se lamenta y me repite que la distancia sigue siendo un hueco dentro de las manos.]
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Así que el televisor es una biografía, me recuerdas The Elephant Man. Quizás la nuestra en el sofá. Te imagino así, todavía pensando en el espacio. Llenando la calle de luz. La tienda es un dragón que escupe luz desde la lámpara pequeña, de dentro hacia fuera. Te imagino siempre cerrando la puerta de la pequeña tienda, el recorrido hasta la casa. Tus diminutos pasos sombreados en las aceras. La espalda que se aleja. Precisamente el espacio que nos separa es el espacio que nos une, todo ese contenido de materia y energía que consumimos, que nos consume. Luego imagino tocar el rojo chino de tu pared, tan Jeunet, la ventana con los bordes perforados por la humedad, se parecen a los fotogramas, mirar a través de los huecos, ver como danzan los campos y las luciérnagas -en ese espacio-, algo de música regional. Luego, ya de noche, cuando se está sola, muy sola y ni siquiera se puede imaginar las voces en el televisor que probablemente ya has desenchufado, entonces, sólo entonces, apago la luz y empiezo a soñar que amanece.
29 comentarios:
Todavía amaneciendo. yo en ascuas hace rayo y un texto (el tuyo) que da las razones de mi necesidad de vivr en la noche latente.
Me enfoco y desenfoco, busco mi manada y sigo... gracias como siempre.
Saludo y beso
En la quietud del silencio es donde se desarrolla con mejor acierto mi intelecto y creo que el de ls demás.
Saludos
¡I'm not an animal, I'm a human being!
Pobre hombre, triste e incomprendido por ser diferente, por pertenecer a la zona "freak" del circo. Donde la debilidad se ve reflejada desde dentro de los barrotes, observando detenidamente a la gente que viene expresamente a mirarte a los ojos y pensar: "pobrecito...no eres como yo".
La diferencia siempre reside en aquellos pequeños detalles que fuera de la literatura... pasan inadvertidos; porque, estoy convencido que cuando hoy coja el tren para ir a Barcelona, me pondré los cascos y no me atreveré a dirigirle la palabra a nadie.
pd: cuando te refieres a Gustav, hablas del hombrecito ese de dibujos animados??
Ay las madrugadas...
precioso el texto, me resulta interesante la percepción que tienes de las cosas.
Enferma?
Triste, chica, simplemente estás triste. Precioso el texto, me gusta mucho.
A mí también me encanta, me encanta la quietud de la noche, del amanecer.
Muchos besos
jmmmm ahora ni la debilidad es fiel? después de atormentarme toda la mañana, desde que abro los ojos el domingo (pensando todo el día si llamarlo) logro caer en paz y olvidarlo por ahi de la tarde, cuando se desprende de mis puños y -se instala en tu vientre en tus ojos, a veces en tus pies-
Me encantó!!
Besos
DESPERTAR!!!!!!!!!!!! QUE TAREA DIFÍCIL ME ENCANTARON LOS TEXTOS HACE MUCHO QUE NO PASABA POR AQUÍ QUE ALEGRÍA VOLVER A HACERLO
SALUDOS
Sólo si supiera más de tí.
Con tus palabras.
Por los poros se me filtra el antojo de intuir la magia que encierran las palabras de quien ha vivido el amor entre mujeres.
Pero no sé de tí.
Es sólo mi antojo, que busca esa magia y en tus palabras quiero encontrarla.
yo veo una paciente, jugando y hablandole a sus muñequitos de la mesita de luz hasta horas de la madrugada.
Si mi ultimo comentario en la entrada anterior fue un tanto agresivo, no fue mi intension (no del todo).
un saludo gigante desde la lejania.
Algunas cosas tienen un contenido mágico. El aeropuerto de noche es una de ellas. (En cristales clavados prefiero no pensar).
Algunos textos escritos bajo las luces de bombillas en las mesitas de noche, también.
Que tengas una buena tarde de Domingo.
Besos :)
NOS HACE ESPERAR CON JUSTIFICATIVO. MI FAVORITO FUE ESTE, Siento la debilidad. Es blanda y esponjosa como las golosinas, pero no deja de ser amarga. Aquí hay debilidad, no sé si te lo dije. Viene muy a menudo los domingos por la tarde, se instala en el vientre y en los ojos, a veces en los pies, es cuando me dan ganas de llamarte, cuando me hago heridas en los labios de tanto pellizcarlos. Tengo toda esta debilidad. Hoy tan alta. Tan impulsiva. Me dice que estoy enferma, que la casa está enferma, que si escucha de nuevo tu voz estará a punto de morir. Se lamenta y me repite que la distancia sigue siendo un hueco dentro de las manos.
La debilidad se ceba los domingos por la tarde. A veces también las madrugadas de insomnio. Es el resultado de elegir el archipiélago al que perteneces. Tu propia paradoja. Aquellos que nos separa es lo que nos une. Esa es la paradoja del archipiélago.
Triste pero muy bello. Gracias.
Anónimo/a:
De mis palabras puedes intuir, exactamente, lo que te venga en gana. De ahí la belleza. La intuición como la imaginación son tan reales como los actos.
Imágenes novedosas, deslumbrantes como las luces de las bombillas. Un estilo eléctrico, como enchufado a un generador. Un ambiente nocturno, con rayas amarillas pintadas en el suelo.
Me ha emocionado y en algunos momentos me ha parecido sublime
Te ofrezco un comentario dos en uno, 24. De un tiempo a esta parte siempre que vengo al Pasillo me acuerdo de algo, me es siempre agradable recordar este pasaje de Henry Miller:
(...) “Sólo quedaba un yo, pero un yo inflado e hinchado como un horrendo sapo. Y entonces la absoluta demencia de todo aquello me abruma. Nada puede darse ni quitarse; nada se ha sumado ni restado, nada se ha aumentado ni disminuido. Nos encontramos en la misma playa ante el mismo océano todo poderoso: el océano del amor. Ahí está... in perpetuum. Tanto en un capullo roto, en el estruendo de una catarata, en la caída en picado de un ave sobre la carroña como en la atronadora artillería del profeta. Nos movemos con los ojos cerrados y los oídos tapados: derribamos muros en los que hay puertas que esperan ser abiertas al tacto; buscamos a tientas escaleras, olvidando que tenemos alas, rezamos como si Dios estuviera sordo y ciego, como si estuviese en un espacio. No es de extrañar que no reconozcamos a los ángeles que andan entre nosotros. Un día será agradable recordar estas cosas”.
Bien hecho, 24. Buen trabajo.
Un abrazo.
Veo que tienes una extraordinaria locura. Es bueno eso, cuando se vayan tu esconde las pastillas...
Me pasare por tu planta muy a menudo...
Tan reales como los actos...
¿Cuáles serán los tuyos? ¿qué calles transitas, qué coordenadas te amparan? ni el perfil ni los síntomas, pasados y presentes me guían hacia tí.
Espero más palabras, como quien espera la verdad.
"Ahora, entre las mujeres de Lidia,
ella brilla sobre las estrellas que oculta
como los dorados destellos de la luna
cuando ya ha caído el día".
Enhorabuena por tu blog. El próximo 11 de agosto haremos un comentario del mismo en el Blog literario Asamblea de palabras.
Un saludo.
AME TODAS ESAS QUIETUDES QUE OBSERVA DESDE LA PROPIA QUIETUD DE LAS 2AM.
Más me gusta leerte inquieto, pero eso sí, de madrugada.
Interesante relato.
LE DEJE CORRESPONDENCIA EN MI CASITA AMARILLA, Y NO SE PIERDA EL CHAPTER SATURNO ENTRE MOSAICOS QUE YA LO RENOVARE Y VOTE SI GUSTA POR EL TEMA PROXIMO, PACIENTITA. COMPAÑERITA DE PABELLON ;)
Anónimo/a:
Todo lo que lees aquí debe –digo debe como quien dice tiene- que llevarte a mí; son las calles, las esquinas, las ventanas, los paraguas, los muros, las personas que habito y que me habitan, pero ni yo sé bien cerca o lejos de qué lugares.
¿Safo?
...pues aquí me quedo, donde quiera que "aquí" sea. Hazme un hueco en tu paraguas, qué importa en qué lugar.
Sí, de Lesbos.
Anónima.
PACIENTITA, y a mi me dan ganas de chorar cuando lo releo. Vaya al mosaico, no olvide dejar su fecha y espero por supuesto a su amiga. ¿Mi tiempo? en transición...
Anónima:
Siempre hay un hueco en mi paraguas para quien lo pida, aunque no lo use. Igual tendrías que pedir un hueco bajo la lluvia, en mi caso es mucho más funcional la lluvia.
Bajo la lluvia vivo hace tiempo, y no busco lo funcional, ni siquiera busco. Gracias por compartir tu paraguas, gracias por tus palabras.
Anónima:
Entonces te regalo mi paraguas. Precisamente se trataba de eso; de ver la funcionalidad de las cosas que no la tienen.¿Y no buscar significa querer ser encontrada? No tienes que dar las gracias.
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