Es tarde, debería apagar el ordenador, tendría que ponerme a estudiar o a hacer algo productivo, pero la ventana me ofrece sus brazos y yo los acepto apoyándome en sus hombros. “Erre”. Se está acabando el día, mientras tú sigues colgada de mi retina. Pienso que, esa chica tiene la obligación de quererte, que es imposible no hacerlo. Que ha sido una cobarde… Que yo nunca te haría eso… Que… Alargo mi mano para arañar al cielo y dejarte algún tipo de señal. Creo que siempre debería existir alguien que te esté queriendo sin que tú lo sepas. Y ya sé que lo que digo es una tontería. Lo sé de sobra.
"Al llegar aquí, hace unos meses, afirmaba estar muerta. Desde que alguien se llevó mi equipaje donde tenía guardado un secreto y un cadáver..."
26 septiembre, 2008
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3 comentarios:
Hola colegui, da gusto pasear por este pasillo en el que cualquier sueño es posible, mucha suerte! y como un día me escribiste "No aparteis la mirada del cielo, nunca se sabe cuando puede aparecer un hada"... Espero que este espacio se llene de hadas y duendes.
Gracias, Bri! Pero he de decirte que ya existe un hada en mi vida, con el nombre de Ana. Así que he dejado de mirar al cielo...
Te haces más presente con la añadidura. Presencia sutil... Pero más presente, porque siempre estás.
Tantris.
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