"Al llegar aquí, hace unos meses, afirmaba estar muerta. Desde que alguien se llevó mi equipaje donde tenía guardado un secreto y un cadáver..."

19 diciembre, 2009

Perturbaciones longitudinales




El sonido es un golpe. Un palo de agua. Me pregunto por el sonido de la lluvia; del agua misma. Me pregunto si realmente existe su sonido en medio de la atmósfera o en la radiación difusa del cielo, no estoy segura de creer que los colores no tengan sonidos y de que la lluvia sí, como no estoy segura de creer que el mundo es correcto de la manera que se percibe cuando me pongo las gafas, que mi curvatura córnea está chata, como si fuera una nariz -my horizontal focus-o si el tacto de las cosas sólo sea un concepto aprendido de esta humanidad que se empeña en explicarlo todo. Será que hoy llueve mucho y alguien a lo lejos dice “atronador” mientras pone gasolina. El sonido es un frasco conectado a una bomba de vacío, eso leí sin entender atronador. Atronador parece el vacío que se cuelga de mi estómago cuando veo un animal muerto, cualquier vacío hace ruido sin ningún tipo de roce, mucho más ruido. Sólo vibran los tejados como diapasones; las ventanas, las paredes, los suelos, los pianos, los saxofones, pero los objetos no tienen sonido, carecen de musicalidad sin el golpe, pronuncio vacío y se oye, se oye el vacío. Se oye. Pienso en el sonido como lo podría explicar un fisiólogo; propagación, presión P, distancia X, módulo de Young, yo no lo sé, yo sólo quiero saber el sonido de la lluvia, por qué el sonido de la lluvia, por qué ese traqueteo de máquina de escribir, qué escribe la lluvia, en el folio del mundo. Amar el sonido de la lluvia es amar algo que no existe, la metáfora del amor, claro que el amor siempre será una metáfora, un sonido, un golpe, un palo de agua, un saxofón. El sonido es un golpe en el silencio de no sé qué púgil en mi cabeza.

Te espero en el coche mientras vas a comprar alguna cosa que luego volveré a preguntarte, llueve tanto, las gotas de deslizan por el cristal como si fueran una mano acariciando el coche, tampoco alcanzo a escuchar nada, me tiemblan los oídos y un poco el corazón, pero no hay perturbaciones longitudinales en el aire y me quedo muy callada mirando el letrero de Repsol.

27 comentarios:

1600 Producciones dijo...

Acomodado entre los detalles, disfruto tu escrito... aquí llueve.

Saludos

Mariona dijo...

preciosa la foto...
y los pelos como escarpias.
besitos.

Anónimo dijo...

Me ha acompañado la musicalidad de tus palabras de principio a fín;
"atronador", "saxofón",diapasones, módulo de Young...
Hay muchas cosas que nos preguntamos por su sonido verdad?si lo tendrán verdad?
En todo caso la lluvia nos envuelve y nos enboba, nos hace estar atentos a esas gotas verticales que descienden y se posan a toda prisa por todas las superfícies resbalando presurosas.
besos a tu pasillo

Soul dijo...

La dinámica del texto lleva a ver cuando la lluvia cae más fuerte o más débil.
Odio el silencio...

Lucía dijo...

A mí me gusta mucho el sonido de la lluvia. Y creo que es muy evocador, para muestra tu texto, jeje.

Un saludo!

manu dijo...

Tal vez nuestros oídos sea demasiados limitados, tal vez un gato, ratón, perro…algo, otro, no sé, alguno…tengo mil variables mayores a las nuestras, algo así como ver de forma tridimensional…algo como correr mientras nosotros intentamos aprender a caminar.

Felices fiestas!

Salutes!

Alía Mateu dijo...

Y se empañan los cristales.. a mi en esos momentos me entran ganas de salir corriendo.. pero entonces se abre la puerta del coche.

Me encanta el relato!

delgaducho dijo...

Porque la lluvia es llanto, desgarro del cielo

Lía. dijo...

Los sonidos muchas veces el deleite del recuerdo haciendo presente en una misma y presente historia... buen desarrollo de un evento tan realista.
Un beso.

Mr. P dijo...

el sonido es un golpe, o una caricia, que existe porque toca nuestros sentidos. existe porque nosotros lo percibimos, lo captamos y lo escribimos. ahí donde somos y donde estamos para atestiguar, el sonido (como el olor) existe y tiene cuerpo, fondo, figura, color.

abrazo :)

X dijo...

Me encanta que llueva cuando estoy en un coche, incluso aunque me pregunten dos veces qué he ido a comprar. :-)

Rochies dijo...

¿Todo esto elucubró mientras lo esperaba en el auto?
Me da cierto confort el no saberme tan crazy cuando el cerebrito se me dispara de manera similar ...
y no para ;)
Nada más inexplicable que el silencio...

BUENAS NOTICIAS dijo...

Debe ser extraño ver la lluvia y no escuchar su sonido. Igual de extraño que no escuchar la famosa música de las esferas. Nuestra vida sería muy diferente, seguramente, sin una banda sonora. El sonido, ¿está fuera o está dentro?
Un beso grande, querida paciente.

Señor Posmópolis dijo...

o también el techo de la u o la porosidad de la o.

Mariona dijo...

De cuando le extirparon el jodido corazón. Yo creo que Irene no tiene corazón.
O no mucho....
O lo tiene maltrecho y ajado, cerrado por derribo..
Quien sabe.

Anónimo dijo...

Me encanta el sonido de las gotas golpeando contra el crital y también me encanta el texto y el blog :)

Mariona dijo...

Ojalá.
Tu conces a algun cirujano así?

Mariona dijo...

(A lo mejor me interesaría un corazón de saldo )

Mariona dijo...

lástima.
es que tengo una amiga que necesita uno porque se lo han roto y solo era por si podía hacerle el favor... sabes?

Mr. P dijo...

la libertad de los puntos suspensivos o de la letra aún no escrita...

Anónimo dijo...

Puedes ir al que quieras, en el que entraste es autobiográfico plenamente. El otro son pequeñas historias que invento a través de cosas que me pasan, siento o así.
Muchas gracias por pasarte por el mío :)

Camy dijo...

Son tantas las cosas que escucho cuando te leo. Ignoro si producen sonido pero te aseguro que según voy leyendo, según van acomodándose, a veces empujando, en mi cerebro, tienen sonido...
Además de sonido tienen forma y además, aturdida, la más de las veces, me transportan a ese pasado y te veo mirando ese anuncio de Repsol y yo me pregunto ¿¿¿?????

Un beso

Unknown dijo...

Empecé oyendo el ruido y acabé escuchando el sonido de tus letras repiqueteandome dentro... y preguntandome estas cuestiones sin respuestas que dejaste aquí... tengo las ideas en un círculo dando vuelta, más y más vueltas...

Un abrazo!

Laura Escuela dijo...

me gustas

siempre

gracias

Feroz dijo...

y, ¿cómo sonarán los colores?
¿quién ha dicho que la lluvia suena y los colores no? Otra cosa es que no podamos oirlos. O que no nos paremos a oirlos.

Alía Mateu dijo...

Pues se juega a ser uno mismo, a sentir lo que haces, a vivirte y a vivir a los demás.

Se convierte en un juego porque disfrutas haciéndolo.

Anónimo dijo...

El sonido es un golpe, es un continuo papel rasgado, aceite entrando a temperatura de hervir.

No es el fuego pero quema su contacto al oído. Lo supe durante la semana.

Me quedo un rato que me pilla el discurso del Rey: achicharra.