Dices algo que no comprendo Der Blaue Reiter ya no rige mi vida, ni ese dolor naranja-amarillo. Escribo tu nombre ¿lo ves? Sobre el viejo espejo lleno de polvo, un nombre de polvo tiene la soledad, agujeros cosidos de un calcetín. Eso. Costuras. Eres tú quien nunca ha entendido. Cuántas veces tuve que explicarte; el dolor es un rugir salvaje que, al final, consigue ser domado, si eso fuera posible. Ahora viene tu boca besándome a través del teléfono, aún su sabor preciso por un cable, como señales eléctricas –eso Bell no lo imaginó nunca- de fondo el ruido de una tarde que no conozco, un silencio cuadrado de gaviota que aletea contra la pared. No soy la misma, he de decirte, apenas soy cuando te hablo, como la visión del aire que está sin ser percibido. Te hablo, llegado este punto, porque; de alguna manera, “me obligas” y no soy capaz de decirlo.
[Si dejaras los redondelitos de tu teléfono libres de mis números, tal vez si dejaras...]
12 comentarios:
Al final no es un silencio, sino tu voz rotunda pintada con el color carmesí del poema.
A través del cable del telefono, te extiendo esta sonrisa –eso Bell no lo imaginó nunca, tampoco- y sigo en tu pasillo dibujando mi nombre en tus espejos. Besos.
Los jinetes azules o blancos, de cualquier color, todos se escapan y vuelan. Todo tiene su momento.
Sobre polvo o papel blanco cuando se escribe un nombre, se llama al dueño del mismo. Las costuras cierran lo roto, pero el gusto de pasar el dedo suavemente por esas costuras es una llamada al hacedor de la herida.
Es igual que ese aire que está sin ser percibido.
De no sonar ese teléfono ¿no llamaríamos buscando algún beso?
Para ti, un beso
Querer olvido, es tu silencio; es tu comunicado al otro lado de la línea pues ya se doblegó al dolor. Pero como te dice Camy, querida Paciente, a veces respondemos de tal forma cuando en realidad hubiéramos sido nosotros los que tomáramos la línea para decir un: hola, qué haces que ya no te extraño, que ya no te echo de menos.
Te suena cuerdo? el amor es loco!
Mi abrazo enrome querida amiga.
Hola princesa, en memoria de esos amores que rompen el alma pero que, un día, quizás, se curan (si es que de verdad lo hacen),te regalo una canción: http://www.youtube.com/watch?v=W_mHSMrAdzg
Es dificil cortar una relacion cuando quedan rescoldos...
Bell no imaginó muchas de las historias que se esconderían tras los auriculares que él inventó.
Yo, como tú, me encantaría borrar mi numero del teclado del telefono de mas de una persona,pero que le vamos ha hacer...
Tu forma de esribir es genial, me encanta tu simbolica.
Un saludo
Afotunada, que tienes tfno que llegue. No es verdad. El tfono es auna mierda. La piel importa, es lo único que importa. No he venido por el ordenador que se rompió. Todo se rompe, y tengo hasta un tumor que hace compañ´´ia. Jajaja, un destino cojunudo para una loca. Pero no desisto, mañana más médicos, sola. Te puedes fiar de mi, una mujer loca declara y con tumor no es un p0eligro.
Te admiro
cuanto más vengo, más me gusta este sitio
un besote
M te lee y cree que ha soñado contigo.
Al final de todo la culpa siempre la tiene el teléfono. Si no exitieran esos aparatos se acabarían del mundo todas las divisiones. El teléfono es el "muro de la vergüenza de comienzos del siglo XXI", el peor de los animales de compañía. Un día empezaré a colgar embutidos de los cables tendidos, tensaré el hilo entre poste y poste haciendo diana en el verdadero entendimiento. Los gorriones tendrán que irse a mirar a otra parte, diréis que dije.
Ha sido maravilloso leerte..
Deliciosa lectura...
No es fácil masticar el silencio, Ni inventar un antídoto cuando somos nuestro propio conejillo de indias.
Saludos en lo que desconecto el cable. :=)
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