Ray Loriga duerme debajo de mi cama, como un amante temeroso de ser descubierto. Paco me mira desde la estantería con ojos que trasvasan e interrogan. Tranquilo cariño, sólo es uno más… A Dylan se le atraganta su última taza de café con las noticias que le retuercen, más si cabe; su voz, en la radio. La vecina de enfrente lanza un gemido (empapado en alcohol) al tragarse un cubo de hielo del fondo de su vaso. El Enola Gay está a punto de aterrizar en mi tejado. Fatih Akin me dirige su mirada parabólica desde el dvd. Alguien le maúlla a mi ventana. Me preparo tres Dry Martini, sin saber muy bien cómo hacerlo. Uno para mí. Otro para ti. Otro para el sofá que sigue vacío. Solo ha venido a sentarse, en estos días, una mancha, nada más. Ha pasado demasiado tiempo y esta camiseta me queda cada vez más larga. La música metálica y lenta me besa la cara. Ray se despierta con mi llanto, y me susurra despacio “Ya no me das pena, señorita… ”
"Al llegar aquí, hace unos meses, afirmaba estar muerta. Desde que alguien se llevó mi equipaje donde tenía guardado un secreto y un cadáver..."
25 septiembre, 2008
No me das pena
Ray Loriga duerme debajo de mi cama, como un amante temeroso de ser descubierto. Paco me mira desde la estantería con ojos que trasvasan e interrogan. Tranquilo cariño, sólo es uno más… A Dylan se le atraganta su última taza de café con las noticias que le retuercen, más si cabe; su voz, en la radio. La vecina de enfrente lanza un gemido (empapado en alcohol) al tragarse un cubo de hielo del fondo de su vaso. El Enola Gay está a punto de aterrizar en mi tejado. Fatih Akin me dirige su mirada parabólica desde el dvd. Alguien le maúlla a mi ventana. Me preparo tres Dry Martini, sin saber muy bien cómo hacerlo. Uno para mí. Otro para ti. Otro para el sofá que sigue vacío. Solo ha venido a sentarse, en estos días, una mancha, nada más. Ha pasado demasiado tiempo y esta camiseta me queda cada vez más larga. La música metálica y lenta me besa la cara. Ray se despierta con mi llanto, y me susurra despacio “Ya no me das pena, señorita… ”
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3 comentarios:
Yo siempre he sido más de Rosenvinge que de Ray. Aunque luego no entienda muy bien las compañías que se busca esa chica... Mejor me callo porque lo único bueno que puedo decir es que va de mal en peor.
Recuerdo la lectura de Heroes. Conocía esas canciones y sabía bien de qué coño estaba hablando ese chico encerrado. Bastante bien. Luego cuando alguna vez abrí otros libros suyos no me apeteció seguir leyendo y en la estantería de la biblioteca siempre había cosas muy interesantes.
Vengo de una lectura y precisamente mi amigo había seleccionado unas canciones, a petición del organizador, para que sonaran. Y ha sonado Christina, en el disco posterior al que tu citas indirectamente: si tú no estás soy un agujero, etc. Inolvidable.
Un día vamos a leer juntos, ya lo verás.
Oye, y espero también que mis poemas no te hieran. No demasiado. A mí si me daría pena.
Aquí comiendo un yogur a estas horas, sin temblores de febreros. Con mucho sueño, preparandome para otra jornada en ese auténtico manicomio, al que ayer me refería. Sin pasillos ni nada. Lobotomía pura y dura. Sin luna llena.
Gracias a ti.
Bien, por suerte, rizando un poco el rizo, hoy me ha dado por pensar en mi último comentario. Y he vuelto sobre él. El otro día tenía un ojo abierto y el otro cerrado por el sueño. Lo bueno es que he descubierto que tal vez no me expresaba muy bien, quizá fuera por esa cucharilla afrutada entrando y saliendo de mi boca.
Héroes era con tilde puesto que el título creo que iba en castellano, y no en inglés, como el himno de Bowie. ¿Hay algo más por ahí que puedas recomendarme, que no sea el libro posterior, que también lo conozco? Más que nada, también me preocupa el hecho de que conozcas a ese chico, y yo haya metido la pata. Aunque no sé si ahora,con esto pudiera arreglarlo... tal vez descubra otro libro interesante.
Donde dije leer juntos, quise decir leer contigo, ya que con mi amigo ya he leído en ocasiones, bueno, y las que me quedan. Tuve ese gran presentimiento, jé. Estaría bien ponerle voz a tus palabras. ¿Por cierto, has hecho alguna lectura así en público alguna vez? No me refiero a las del colegio, aunque si es el caso estaría bien saberlo. Además.
Y un saludo lo más cálido posible y con dry martini para ese gélido pasillo de nieve y sin abrigos, algo así.
Firmado: periodismo de investigación.
“¡que te calles Karmele!”
Ok, me veía venir tu respuesta.
En ese caso te recomiendo que enchufes un micro a tu ordenador y te descarges un programa que se llama Audacity, gratis, y muy sencillito. www.softonic.com
Y ya sabes: ensayo y error. Te recomiendo que lo hagas, pero por ti misma. Con tu talento, algún día te va a hacer falta. Te vas a convencer tú sola.
Sobre lo mío, ya sabes, no era nada firme, sólo un presentimiento, el tiempo dirá.
Hoy no me voy a enrollar, lo prometo.
¿Conoces tu labio inferior?
(Con perdón...)
http://www.myspace.com/christinarosenvinge
Hasta pronto
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