"Al llegar aquí, hace unos meses, afirmaba estar muerta. Desde que alguien se llevó mi equipaje donde tenía guardado un secreto y un cadáver..."

29 mayo, 2011

garabatos

Nada me dice un pájaro del cielo, -sentada en el banco del parque-, nada el cielo del aire, nada el aire del tiempo, nada el tiempo de la distancia, nada la distancia del sol, nada el sol del calor, nada, nada, nada. Pareciera que todo se ha quedado mudo, ciego, sordo, nadie dice nada, nada, nada. Nadie dice nada. Y todo se asemeja al eco que deja en los oídos la potencia de los altavoces después de un concierto de heavy metal. Hay una niña en el parque que se queda callada y dibuja un corazón en el tobogán mientras los niños le pegan un chicle en el pelo o miran debajo de su falda o juegan a besarla. La niña no sabe lo que es el amor y sube al tobogán por la rampa y no por la escalera, sabe la función de una escalera, sabe que los demás suben la escalera, peldaño a peldaño y llegan arriba y se lanzan y ponen sus pies firmes en la tierra al bajar, pero ella sube por la rampa, como los amantes huyen por las ventanas, los presos por las alcantarillas de la cárcel, los ladrones por los tejados, el hambre por la cuchara, dejando un extraño silencio semejante a la nada dentro de la habitación, de la celda, de la azoteas, de las entrañas, entonces te das cuenta que siempre –hagas lo que hagas- llegas irremediablemente al mismo lugar, como si de verdad no te hubieras movido, como si no hubieras hecho nada, ni siquiera lo contrario, pero el silencio, o las tardes que no tienen sonido pronuncian a veces la palabra ruido aunque no hay nada dentro del ruido porque ese ruido no es un ruido de cacharros de música o de desorden, es el ruido dentro de la nada, ese silencio, como la niña que pinta un corazón en silencio sin saber nada del amor, mientras los niños le levantan la falda y ella sostiene las piedras dentro del puño cerrado, piedras que no lanza porque no existen, ni saben de cristales rotos, ni cabezas heridas, ni de niños estúpidos que quieren verle las bragas y el corazón que pinta respira sobre el tobogán, respira el tobogán sobre el papel y el papel bajo unos dedos que son un garabato pintados por otra mano, que es otro garabato que soy yo como la nada o el silencio o el amor, o la distancia.

28 comentarios:

Rochies dijo...

el silencio puede ser una totalidad sin recorte.
La imagino en un parque, vulnerable, observando todo este entorno mudo si no no lo hubiese transmitido así.

Anónimo dijo...

El ladrillazo me resultó intragable allá por la mitad. Imposible..ni aún en este estupendo y coherente formato ladrillo.

Anónimo/a, por supuesto.

eskuredo dijo...

...subiendo por la rampa...

sandocan en bicicleta dijo...

todo sucede, y todo deja de suceder en la cabeza de un loco. esa cabeza capaz de crear vida de un simple papel, de un profundo silencio. sin moverse. para regresar siempre al mismo lugar. ese punto de partida. ese sin salida. o con millones de salidas, y regresos, que es lo mismo.
pensar, y pensar, y no poder dejar de pensar. sin llegar a una conclusion. no poder dejar de pensar. escapar.

no hace falta aclarar, que todos estamos locos. unos mas que otros.

me quede encadenado, a este encadenamiento de sucesos. imaginarios.

un saludo desde la lejania.

GATTO NERO dijo...

Subamos por donde subamos siempre se llega al mismo sitio. Pero ¿a qué es más divertido hacerlo por el lado difícil, por el lado no protocolario?
Salu2

La paciente nº 24 dijo...

Querido anónimo/a, por supuesto,

Bebe despacio un vaso de agua [para el atragantamiento]. Verás, para que no vuelvan a pasarte todas las imposibilidades que me cuentas, te dejaré instrucciones para usar un ladrillo [a modo cortaziano que seguro te será más ameno]: Nunca cojas –excepto si eres mexicano- el ladrillo para introducirlo por ningún orificio, mucho menos de la boca, no tenemos dientes para eso ni garganta lo suficientemente ancha. Agarra, fuertemente, el ladrillo con la mano, acarícialo como si fuera un bebé, te sonreirá, olerás su aliento a leche y polvos de talco, sentirás esa piel fina como sombra de adultos y te llevará dulcemente de él hacia ti. Entonces, ese es el momento en que debes alzar el ladrillo, justo por encima de la cabeza y dejarlo caer. Hay que cerrar fuerte los ojos en este último movimiento. Pero sobre todo no hay que insistir en leer y leer y leer, ¿has leído esto? ainssss, otro ladrillo para ti.

Miguel Baquero dijo...

A mí también me asfixia mucho a veces, y me acaba ensordeciendo, ese extraño ruido que es el silencio

Manuel Pujante dijo...

Son preciosos estos relatos-poema, es increíble como condensas la belleza en tan poco espacio.

Anónimo dijo...

Qué violencia verbal, no?. Por lo visto, o se te lee para decirte lo supermegabuena que eres o la emprendes a ladrillazos. Mira, los que andamos anónimos por estos mundos blogueros devorando todo lo bueno,lo buenísimo,lo malo y lo malísimo de la red,estamos pelín hartos de que los comentarios siempre vayan por el lado del baboseo y la "estupendez", merecida o no, hacia quien lo escribe.
Sinceramente, eres manifiestamente mejorable y, si no admites opiniones que no sean las del aplauso, el potencial que efectivamente tienes se quedará en pura mediocridad.

Es sólo mi grosera opinión, supongo, pero que no te preocupe lo más mínimo, me basta con un ladrillazo.

La paciente nº 24 dijo...

Querido f,

la violencia es que alguien que no de la cara se de el gusto de llegar, criticar y hablar detrás del anonimato. No deberías esperar salir indemne cuando eres tú quien ha tirado primero los ladrillos y dicho los ladrillazos. Que yo sepa no he ido nunca a tu casa –sea cual sea- a tirar piedras para romper tu ventana ¿O lo he hecho? ¿Qué soy supermegabuena? Por supuesto ¿Qué soy manifiestamente mejorable? Pues también, es una obviedad decir que cualquier cosa lo es, mejorable quiero decir. ¿Lo sabes tú hacer mejor? Como diría mi querido Bogart “Imposible” Verás soy demasiado egocéntrica como para que no me gusten los aplausos, pero si los hubiera querido aquí rezarían mi correo, nombre y apellidos para tenerlos más a mano. Acepto las críticas constructivas o no de todo aquel que me lee, amén de respetar profundamente a quien no me entiende, o simplemente no le gusto, por mucho que me parezca impensable tal cosa. Querido, te diré que tengo un buen amigo [con el que sinceramente te he confundido] que me dice eso de los ladrillazos que yo no corrijo –oh, el estilo-, qué le vamos a hacer… si una lo único que quiere mantener es su propia libertad.

Alejo Z. dijo...

Sea esa forma de la imaginación de describir el entorno y enredarlo y perderlo entre juegos de palabras que se podrían extender hasta que sé yo, hasta que se caiga en cuenta que quizá uno no se mueve pero todo lo demás sí; y de repente todos somos los mismos solo que vistos desde ojos distintos...
Lo que es soltar la mano y dejar que fluya eh?
Un abrazo sempiterno querida paciente,

Alejo

Luna Roi dijo...

No sabes cómo me gustaría que mi mano fuera la que dibujara el garabato, para hacerlo en un papel en mi mesa y después poder posar mis dedos en él. Acariciar el dibujo que es tu perfil y alejarlo de esa nada. O, por lo menos, mirarte las bragas. Ya no digo bajártelas.

;-)

Lu

kpd dijo...

Hola paciente...
antes Beat**
beso

PSYCOMORO dijo...

Tremendo círculo sobre esa nada que reclama la realidad como algo que sólo le pertenece a ella. Me impresiona ese zarandeo de tus palabras que explica desde dentro lo que aplasta desde fuera. Enhorabuena, Paciente.

Camy dijo...

Amiga paciente, yo iba a hacer ruido en el silencio, o a poner más nada en dónde nada existe, en subir a la noria y continuar dando vueltas y marearme, pero ¡cosa rara! he leído algún comentario y su respuesta y he encontrado que se ha roto el silencio y he aprendido a usar un ladrillo. A usarlo para divertimiento. Te aplaudo y para que no se diga, no por tus garabatos, esta vez porque eres buena, y cuando respondes más....
un besito

Golfo dijo...

El silencio...
El papel está en blanco. Y eso es como un murmullo.
El silencio también, se puede escuchare se murmullo, que hace el cielo, si dejas las ventanas abiertas en las noches de verano.
El silencio es como esa vibración del papel en blanco y del cielo, de las palabras que no pronuncias pero te pillan sentada en un parque y se amontonan en tu cabeza mientras dando forma a este post.
Siempre hay esa incierta vibración.

Luna Roi dijo...

Garabatearía en el papel como si fuera tu piel, que no es la nada. O sacarte de tu nada dibujándote directamente en la piel, que lo es todo aunque no-lo-sé.

Y mirar miraría, pero un rato: luego me gusta pasar a la acción: bajarlas. Seguir dibujando, sin enloquecer entre los pliegues.

Lu. (beso)

Luna Roi dijo...

Ahm?

Anónimo dijo...

Parece que nada existiera realmente,que todo fuera una repetición diferente pero repetición de algo que ya hicimos en otro momento,aveces,cuando miro los interiores del tren,esa negritud,esas rallas que parecen verse por la velocidad del tren,veo una negritud insondable,me parece la vida,repetitiva,hagas lo que hagas,siempre vuelves a ver la misma oscuridad en algun punto,todo parece acaecido.Repetimos juegos,calles, damos vueltas infinitas por distintos senderos,pero todo se parece,todo es ...no sé.

francisco pavanetto dijo...

palabras en bajada. me gusta.

buen sitio.
saludos.

Rochies dijo...

holaaaaaa, qué bueno tener sus noticias en esta mañana de domingo porteña. Cuenteme de ese verano donde las letras saltan. Un abrazo gigante.

Palabrota dijo...

o el silencio y el amor
usted sí que tiene buen ojo
saludos.
he regresado.
P/D: me recuerda?

sandocan en bicicleta dijo...

ANONIMO:

Lo que me hizo sonreir, fue eso de aclarar el "anonimo, por supuesto".

A mi pensar andar "anónimos por estos mundos blogueros devorando todo.." y "estar harto de la estupidez" me parece perfecto, aunque reconozco que me resulta inevitableme mediocre utilizar un termino OFENSIVO -con ese aire de superacion- para tildar un texto del que uno se sirve leer, y sobre todo, hacerlo bajo ese lametnable velo impune del "anonimato (..por suepuesto)".

Salud a la diversidad de opiniones y al respeto. Salud a la autenticidad y la identidad.

Paciente numero 24º:
Si no subís pronto otro de tus exquisitos escritos, mi locura superara la de todos aquellos sobre el pasillo de la 8va.

SANDOCAN EN BICICLETA, POR SUEPUESTO.

La paciente nº 24 dijo...

Entransi:

Quería decirte algo allí [ya no recuerdo qué], pero tu blog viene y va, lo sabías? Y ahora parece que no viene. No sé.

♦PªU♦ dijo...

No puedo creer que tarde tanto en leerte... Está increíble, "ella sube por la rampa, como los amantes huyen por las ventanas..." ese párrafo me mató, quiero comermelo y dejarlo dentro! jejej
Besos y abrazos!

Pez Susurro dijo...

donde estás?...

Roberto dijo...

Es en mi isla, las aves hablan y hasta me cuentan de ti....
Por eso vine.

La sonrisa de Hiperion dijo...

Como siempre geniales, los posts que nos dejas. Gracias por compartir.

Saludos y buenas tardes de sábado.