"Al llegar aquí, hace unos meses, afirmaba estar muerta. Desde que alguien se llevó mi equipaje donde tenía guardado un secreto y un cadáver..."

18 enero, 2010

La folie



Los sillones de la folie están sucios, como lo estuvo el coche antes de pensar que te subirías en él, como lo está ahora la nieve después de ser jugada. Me compré el invierno al precio de un té y todo estaba sucio. De nada sirve que grabes los sonidos del parque, de la motosierra o del tren, de nada sirve meter un coche-bomba dentro del corazón para decir de Corcobado si todo estaba sucio, si lo único que hacía era tocar su calor por encima de los bancos de aquella plaza, por debajo de cualquier otro calor. Porque no sé si alguien ha tocado su calor, buscado su calor, amado su calor, uno de hace años que de nuevo, últimamente, he procurado renunciar. La propina del recuerdo es así; luces delimitando un ayuntamiento o las piedras incómodas bajo los pies. No hubiera podido estar más sucio que las botas de un alpinista dentro del barro, caminando hacia donde va mi desorden, como intentando perseguir la inestable orilla del mar. Y todo estaba escrupulosamente sucio: los cables, los zapatos, los cristales... Se trata de que la música de la folie ha cambiado, que ha llegado la asiduidad de los sonidos maleducados, como las sombras de los muertos dentro de un ataúd, que parece que no saben de qué lado ponerse en la penumbra, si una sombra es absurda en la penumbra como esta música no tiene sentido en la folie, entre el muffin de manzana y el humo de la taza. El humo de la taza es algo así como tú, con el tiempo finaliza, no se sabe dónde pero con la certeza de que ocurre. De que eso exactamente es lo que ocurre. De que todo sucede con la misma transparencia que se habitan las casas y se aprenden las lecciones. Inevitablemente sucios; los sillones de la folie están sucios, las mesas donde se deshojan los neones en láminas de luz a la medida de las botellas, de las manos, de los cuerpos tangibles que cortan por la mitad las luces, que regresan a su estado, un mundo constante silueteado en el aire por un pintor-bombilla. Estas cosas pasan; motas de polvo al trasluz, el humo cambiándole el color al aire, los diminutos latidos de los altavoces, el lento movimiento que deja el aire acondicionado en la ropa, aquí y allí, la suciedad se transita en cualquier parte. La música ha cambiado y yo seguía tocando su calor que estaba vivo. Inexcusablemente vivo. Aún su calor cuando la nieve cae al suelo, como una hoguera de libros abiertos antes de ser escritos, y la mano que siempre será un líquido inflamable que espera ser prendido, con el fuego inmenso del deseo, ya sin oxígeno dentro de una caja de cerillas que ha sido previamente humedecida. La camarera de pelo corto también ha desaparecido, no me sirven más pastas de las debidas, ni sonríe nadie. El baño permanece al fondo, para quien quiera lavarse las manos, como si ese gesto lograra limpiar el temporal de lo sucio y la temperatura del calor. Frío o calor que hay, como infinitas climatologías, dentro de mi cuerpo.

28 comentarios:

Rochies dijo...

que post, amiga. Hay tanto para
enhebrar (¿o será al revés?)
"las infinitas climatologías dentro del propio cuerpo".
"una hoguera de libros antes de que fuesen escritos".
"A la folie pas du tout" ;)

Anónimo dijo...

el pasado, la folie, es un lugar extraño...
ks

Anónimo dijo...

joe, es q no puedes expresar mejor, leyendo tu texto me imagine q estaba en la folie. Y si, es verdad están los sillones sucios ( muy sucios) hasta dicen q los pillan de la basura! y los cuadros dan miedo,q pena q no esta la camarera del pelito corto! ... es un lugar rarito... pero tengo recuerdos divertidos con mis amigos en ese lugar ajjaja. si señor la folie forever!;P

Anónimo dijo...

Me ofrezco a limpiar la folie.
A dibujar una sonrisa, aunque sea de un dentrífico.

Abrazos dianogsticados,

Unknown dijo...

Los recuerdos pueden ofrecernos una mirada más viva de lo que pensamos en tanto que lo que fue ya no es.

Anónimo dijo...

ufff, yo no puedo comentar esto.

Van varios intentos: me cuesta mucho terminarlo, así que no consigo tener una visión global para entenderlo.

Me hace recordar bastante. Si te sirve de algo, me acordé de una frase de una canción, de hace la tira de años, de Los Sirex, que dice: ¿defraudar a un buen amigo o compartir la soledad? Poco más. Por eso, que no pude.

Quizá la próxima.
Un saludo.

La paciente nº 24 dijo...

Anónimo/a

No sé si será para tanto...

Argonauta dijo...

Querida Paciente nº 24, a veces tenemos que hacer prestidigitación con los sentimientos para encontrar la belleza entre tanta suciedad.

Un beso desde el Mediterráneo.

Anónimo dijo...

Creo que los ambientes que encierran tantas vidas, vividas aunque sólo sean por unas horas, encierran muchos olores,calores, fríos, abandonos...
Arriba el Cristo les vigila pero no les protege y el lodo y el deterioro se filtra por cualquier rendija por eso los sillones están sucios.
Sólo queda ella con más frío que calor en su castigado cuerpo.
Un beso

rubén m. dijo...

Un texto infinito como esa hoguera de libros vacíos, sin escribir. Hasta la textura del aire se respira, has escrito un lugar que es al mismo tiempo un autorretrato de un estado físico-(e)mocional, una climatología del espíritu. La suciedad también es bella, aunque asfixie, y eso lo demuestra tu escrito aunque no fuera esa tu intención.

un abrazo fuerte

BUENAS NOTICIAS dijo...

Creo que yo también estuve en la folie. No sé por qué, pero no me apetece demasiado volver. Será por los sillones sucios o porque ya no está la camarera, no sé, pero no me apetece volver. Podría pasar, sin embargo, si alguien necesitara ser rescatado...

Mariona dijo...

del fríofrío al calientecaliente en el mismo sitio....:)

Laura Escuela dijo...

siempre odié el la folie, cielo
o mejor decir
que nunca me gustó

vamos un día
y lo limpiamos

La sonrisa de Hiperion dijo...

"Frío o calor que hay, como infinitas climatologías, dentro de mi cuerpo."


Todos llevamos dentro un volcçan y una tormenta, ala vez...

Saludos y un abrazo enorme.

Carz dijo...

Quizá haya un lugar donde la vida-vida deba camuflarse. He de reconocer que yo siempre leí "la follé", pero me parecía un exceso de pasión imbebido(sic); o me parecía un bote vacío de tomate, o un lugar vacío de ti: andabas lejos, quizás buscando quien pudiera incomprenderte o a quien le debieres (sic) alguna inconpendencia(sic).

Futuro imperfecto del océano en tiempo subjuntivo.

Conjugación, al fin y al cabo.


O todo lo distinto.

A dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
A dijo...

....calor, música, propina, frío, recuerdo.... Este post me llevó a la nostalgia, esa que se empolva y se ensucia. Este blog es el único que me hace entrar en un estado mental distinto, lo leo solo cuando sé que le prestaré total atención: es súblime simple y sencillamente. Pareciera que las palabras vienen de un lugar secreto que no se leen solo se escuchan cuando son susurradas al oído. Escribís Fenomenal: gracias por tanto aporte a mi lectura (en general)
Un abrazo

Susy dijo...

Querida paciente de la octava,
de vuelta estoy leyéndola y, con todos los respetos, me atrevo a decirle que escribe usted muy, muy bien.
No sé como consigue dejarme este sabor a lugares comunes muy vividos.

Un abrazo.

Luna Roi dijo...

Llego hasta tí por el regato de agua que deja el cesto de Umbral, mi Umbral que termina en tu Mortal y rosa. Entonces te leo y me devoro a mí misma pensando en la belleza que emana de tus dedos saltando en el teclado. Envidio esos dedos. Quería ver esos dedos uniendo sus yemas a los míos, a mí.
La suciedad, en realidad, no está. Nos forma parte desde fuera. Sólo la vemos. La nieve gris, el oscuro margen del cielo sobre la ciudad, las hojas de otoño que barren almas verdes, los rincones oscuros. Suciedad de pesadillas. No me las saco de la cabeza esta noche...
Beso!

Mr. P dijo...

he regresado y las dimensiones de este blog me son tan familiares pese a q han pasado ya varias semanas dsd la ultima vez que nos escribimos. tengo noticias: la ruta será larga. así q hay tiempo para reunirnos por estos rumbos.

abrazo fuerte!

Mariona dijo...

No es el puente milvio, estos candados estaban al lado de la fontana di trevi, en un callejón...

Rochies dijo...

¿folie numerique?
Pacientitaaaaaaa,
¿vuelve y me lo traduce al castellano? Ya sé que en su pabellón se habla más complicado pero, yo si haré el intento.
Lo que significa la nada y luego el todo (que angustia) que provoca ese nada y lo que sería el todo para salir de esa nada :o
Esto se lo dejaré aquí y allá por si acaso.
¿Ya llegó la 25? 2 + 5 = 7
MMM ... sí creo que el 7 me gusta.

.A dijo...

ni frio ni calor , ya ni duele..

Lucía dijo...

¿El invierno sólo vale lo que un té?
Aunque ni por ese precio sé si mucha gente lo compraría, en general, el frío no agrada...
Me ha gustado tu texto.

Besos :)

Mariona dijo...

que significa tu comentario..¿? :)

Mariona dijo...

porque?

Chef El Chine dijo...

Las paredes están sucias, es su deber. Los sillones sólo siguen la inercia de lo impuesto. La mugre repele pero se soporta, es nuestra obligación. Los tabiques se defienden con gritona inmundicia, resisten los grotesco, lo cruel. Nuestros corazones también.

Nerea dijo...

el comentario más sensato y realista...el del anónimo!!! y si! la folie ha perdido mucho, pero siempre....siempre! ha estado sucia!
Nere